4 ago 2011

Las dos mujeres que lograron la legalización del aborto en EE UU piden ahora su derogación.

Las dos mujeres que lograron la legalización del aborto en EE UU piden ahorasu derogación. Norma McCovey y Sandra Cano, en otros tiempos paladinas de la defensa de la«interrupción del embarazo» en América, son ahora líderes pro-vida Consideran que estas leyes violan los derechos básicos de las mujeres Casi 30 años después de que se produjera el famoso fallo Roe versus Wade enla Corte Suprema de Estados Unidos, que propició la legalización del abortoen este país, las mismas mujeres protagonistas de esta historia, quelucharon con toda su pasión para que la llamada «interrupción voluntaria delembarazo» fuera permitida, dan marcha atrás y piden la revocación del fallo.Alegan que las mujeres que han abortado durante estos casi treinta años deaborto legal no tenían la información suficiente para dar ese dramático pasode suprimir la vida del narciturus, y que por lo tanto, esa ley es nocivapara los derechos de la mujer. La decisión de estas dos mujeres de apoyarlos postulados pro-vida, sorprenden. En un hecho sin precedentes en la historia de Estados Unidos. Las dosmujeres que lograron que la Corte Suprema aprobara la legalización delaborto; han regresaron a los tribunales 25 años después para pedir que sereviertan los fallos que alguna vez las beneficiaron. Norma McCorvey y Sandra Cano, conocidas como Roe y Doe respectivamente enlos casos judiciales Roe versus Wade, y Doe versus Bolton, firmarondeclaraciones juradas pidiendo que la Corte revierta las sentencias a sufavor promulgadas hace más de 25 años. Ambas mujeres. -convertidas ahora en líderes pro-vida- ofrecieron unaconferencia de prensa y una charla en el Liberty Bell antes de ir a la Cortede Apelaciones para emitir su pedido. McCorvey y Cano presentaron sustestimonios como parte del caso Donna Santa Marie y otros versus ChristineTodd VVhitman y otros. Donna Santa Marie representa una demanda colectivapresentada por cinco mujeres, tres de las cuales fueron sometidas a unaborto sin un consentimiento informado y voluntario. Las mujeres demandantessostienen que las leyes del aborto violan los derechos fundamentales de lasmujeres de Estados Unidos y buscan defender los derechos de litigio de lasmujeres frente a las clínicas abortivas, sosteniendo que los intereses deesos centros y los de las mujeres son irreconciliables. Arrinconar el aborto McCorvey y Cano apoyarán el caso sosteniendo en sus testimonios que ellas enparticular, y las mujeres en general, fueron y son tratadas contergiversación y engaños por los proveedores de abortos. El caso Donna Santa Marie representa el primero en el que las mujeres atacanel permiso legal concedido por el caso Roe versus Wade, que en 1973 legalizóel aborto. Las otras dos demandantes del caso, son mujeres que practican laobstetricia y sostienen que las leyes de aborto en Nueva Jersey violan losderechos de las madres y sus hijos. El responsable del caso es Harold Cassidy, el abogado que ganó el pleitoconocido como Baby M ante la Corte Suprema de Nueva Jersey, un caso queinfluyó positivamente en el desarrollo de leyes sobre maternidad subrogada-o vientre de alquiler- en todo el mundo. Por su parte el Elliot Institute convocó un esfuerzo nacional para dar a lasmujeres que se han sometido a un aborto la posibilidad de rechazar elprocedimiento en las cortes federales. Según el Dr. David Reardon, directordel Elliot Institute y un experto de fama nacional en las complicacionespost-aborto, «ésta es una gran oportunidad, a través de juramentos legalespara que las mujeres ofrezcan su testimonio a las cortes federales yúltimamente a la Corte Suprema, sobre los devastadores efectos del aborto ensus vidas». El Instituto está recogiendo cientos de testimonios con valor legal en losque mujeres describen cómo fueron presionadas para someterse a abortos nodeseados, desinformadas sobre los riesgos del procedimiento o si sufrieronproblemas emocionales o físicos después del aborto. Estos testimonios seránusados en una serie de demandas legales. Según Allan Parker, el abogado que fundó una firma de juristas paraencargarse de asuntos públicos denominada Texas Justice Foundation, «la leyfederal sobre el aborto dictada por la Corte Suprema ha sido un desastrepara las mujeres. En vez de avanzar en el respeto a los derechos de lasmujeres, está haciendo que sea más fácil presionarlas» . «Durante años he sido utilizada por los abortistas» dice McCorvey Norma McCorvey tiene 54 años y desde que nació, fruto de un matrimoniofracasado entre una camarera y un soldado, ha tenido que sufrir todo tipo deexperiencias. La protagonista involuntaria de las grandes batallas morales ysociales de la sociedad estadounidense de este último cuarto de siglo hasido una niña maltratada, una adolescente violada, una esposa niña y unamadre soltera. Se ha prostituido, se ha emborrachado hasta perder elsentido, ha vendido droga. Durante dos décadas ha sido lesbiana declarada.Paradójicamente, la paladina del aborto en Estados Unidos nunca abortó.Cuando el 22 de enero de 1973 la Corte Suprema decidió con siete votos afavor y dos en contra permitirle esta intervención, Norma Mc Corvey ya habíadado a luz la niña que nunca quiso tener y que cedió en adopción. Se habíaquedado embarazada en 1969. Sola y sin dinero, quería abortar ilegalmente enDallas, pero no lo logró, impresionada por las condiciones en que operabanlas clínicas para abortos. Embarazada de ocho semanas, se dirigió a dosabogadas que la convencieron a presentarse a los tribunales para reivindicarel derecho al aborto. Escondiéndose en el seudónimo de Jane Roe, comenzó en1970 una batalla legal contra la ley texana. Un año después la cuestiónllegaba a la Corte Suprema y en 1973 los jueces constitucionales establecíanpolémicamente el carácter inadmisible de las leyes que se pronunciabancontra el aborto en Estados Unidos. En 1989, Norma decidió salir aldescubierto, declarando su auténtica identidad. Hace seis años, llegó elcambio. Norma ha terminado por reconocer: «Durante 25 años he sido utilizadapor los abortistas. Me he equivocado en todo»

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente tienes toda la razón.

Vale juanga!!!!

Hebert - paginas web dijo...

no entiendo para que ese par de mujeres pidieron eso entonces.... de verdad quie es un irrespeto a la vida...